Se deja llevar...


Se deja llevar.Baila sola toda lo que siente sin importarle quien haya detrás.
Siente lo que baila y baila lo que siente.
Solo siente. Lo que ve, lo que oye, lo que toca...
Ella baila sola, dejando que unos brazos extraños la toquen, que acaricien sus piernas, que suban su falda, ella sólo siente.
La música alta, con los ojos cerrados, sus caderas se tocan, notando todo su cuerpo al compás de la música envolvente.
Se gira y sus miradas se encuentran, los dos quieren lo mismo. Cogidos de la mano se dirigen al baño, no importa nada más.
Sigue la música en un segundo plano, un beso apasionado es el comienzo de todo.
Besos, caricias, sus manos bajan por su espalda, él la coge por la cintura, ella se sujeta a su cuello mientras él ya le está subiendo la falda, le besa en el cuello, sube hasta la mandíbula... y se pone un condón, aparta sus bragas y la penetra al son de la música, una pasión y el fuego desatado termina con un orgasmo y un hasta nunca.
Salen del baño, cada uno por su lado, no hay motivos para quedarse.
Coge el abrigo y sale del garito. El frío azota su blanca piel, pero le gusta, pronto empezará a desvanecerse la sensación de amor que aquel extraño dejó en su piel y cuando llegue a casa olvidará por completo al desconocido que la amó esa noche.
Pasan los días, las semanas, los meses y se repite la misma historia: música, baile y una noche de pasión que pronto olvidará.
A ella le gusta así, sin compromisos, ni besos de buenas noches.
A veces necesita los besos de buenos días, a veces necesita a su chico rock con ojos felinos, a veces necesita sentir amor...
y lo único que le da la sensación de sentirse querida es una noche de pasión, dos cuerpos latentes, moviéndose al mismo ritmo, fundiéndose el uno en el otro, cómplices por una sola noche
Puede que ella no esté hecha para el amor, y cada vez necesita más.....hasta que su corazón diga basta.

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