Cuando llegó a casa no encontró a nadie.
El piso estaba vacío, tal y como lo dejó esa mañana antes de irse a trabajar.
Álex  había pasado la noche fuera y la única huella de su paso por la casa era una sencilla nota en la mesa de la cocina.
Se quedó quieta frente a la mesa, con miedo a ver esas dos únicas palabras que tanto la aterraban.
En un ataque de repentino valor cogió la nota y leyó: "volveré pronto".
Suspiró aliviada mientras preparaba la comida, "al menos pensaba volver".
Habría sido un día como tantos otros, de no ser por aquel chico de ojos verdes.
Cuando Álex llegó a casa dos horas más tarde con sangre en las manos, seguía pensando en esos ojos verdes.
Podía confiar en él. Siempre hablaban cuando curaba sus heridas, sabía que él la protegería, no necesitaba un chico de ojos felinos.
Cogió una venda mientras sentía cómo se clavaba su mirada en ella. Ella conocía bien esa mirada y no podía dejar que viera nada distinto en su forma de actuar.
-¿Qué ha pasado esta vez?
- Lo de siempre, se creen que somos un puto banco y hay que apretarles las tuercas a esos junkies de mierda.
- ¿Qué tal el día?- pregunto con una de sus medias sonrisas.
- Bien, ya sabes, esquivando algún que otro graciosillo.
- ¿Dónde irás esta noche?
- Saldré con las chicas por donde siempre, supongo, ¿ha pasado algo?
- No. Tranquila.- dijo mientras acariciaba su cara.
La besó con cuidado en la frente y añadió un: -Ten cuidado-.
- Tú también.
Álex se levantó y se fue a su habitación.
Ella se quedó paralizada, sin saber muy bien qué hacer. Con un simple comentario había conseguido helar su sangre. "Como en los viejos tiempos", pensó.
Ahora más que nunca debía ocultar su extraña relación con ese chico.
Mientras se preparaba para salir, se descubrió pensando qué vestido ponerse por si veía a aquel chico, pronto desechó la idea de ponerse algo especial y optó por llevar lo de siempre. No era de la clase de chica que se vestían de una forma diferente solo para gustarle a un chico.
Sabía que le gustaba. ya tenía poder sobre él y desde luego, no quería complicarle la vida.

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