Ayer me acordé de ti.

De los paseos que dábamos por toda la ciudad.
De los lugares donde íbamos, las historias que contabas y los sueños que inventábamos.
De las calles estrechas que parecían laberintos, las escaleras por las que no subíamos, el parque que descubrimos.
Los caramelos que me dabas cuando me portaba bien y si no también.
De lo que aprendí, lo que me enseñaste, lo que intento no olvidar.
De los desayunos, de los almuerzos. De ese pan y ese queso.
Del jarabe que preparabas cuando se acercaba el invierno.
El dulce.
Todo en ti era dulce.
Una bufanda a cuadros y una boina francesa.
Qué bien me vendría ahora ese jarabe y tus historias interminables.
Y tu olor.
Tan familiar y lejano al mismo tiempo.
Y cada vez me siento más lejos de tu lado...

3 comentarios:

  1. Espero que no te alejes mucho, por eso de volver(:

    ResponderEliminar
  2. Vuelve,vuelve...no te alejes de su lado =)

    ResponderEliminar
  3. Pues busca la forma de volver o...
    de que la lejanía no duela tanto.
    Siempre hay más de una opción(:

    ResponderEliminar