No sé por qué escribo esto hoy, pero siento la necesidad de contártelo. De decírtelo así porque de otra forma no podré. Me faltan las palabras cuando estás, para qué las palabras cuando hay sentimientos, para qué sentimientos si hay emociones.
Y te lo digo hoy porque mañana quizá no pueda, porque ayer no me atreví.
Siento esa necesidad de decirte tantas cosas...cosas y más cosas, sin principio ni fin, que se repiten una y otra vez y siguen sin tener sentido.
No me gusta lo que viene después, eso de que te vayas, lo de perder algo que pensaste que se quedaría contigo para siempre. Eso duele. Porque no lo esperas, porque algo te ciega, porque eres incapaz de pensarlo cuando esa sensación se enreda entre las costillas.
Porque crees que puedes llegar donde nadie ha llegado, que te tiemblan las rodillas cuando te acuerdas, cuando todo te parece irreal, un cuento perfecto, sin final. Y te equivocas.
Y todo lo que antes sentías y de lo que no te dabas cuenta forma un cúmulo de imágenes, de recuerdos imposibles de olvidar.
Sueños rotos y esperanzas vacías, no hay más.
Lo evitas, y nunca tienes nada parecido. Siempre queda ese miedo oculto.
No me juzgues si te hago daño porque más daño me harás tú a mí.
Tú, que eres una fuerza única y poderosa, que nos enreda a todos y ninguno escapa de tus cicatrices.

11 comentarios:

  1. La mejor manera de no equivocarnos y no sufrir estos dolorosos pesares es evaluar bien a la persona que elijamos y luego comprometernos (ambos) a hacer lo indecible en bien de la relación.

    ResponderEliminar
  2. Tal vez porque, aunque nos deje la piel marcada, nos gusta buscar esa emoción.


    Una bolsita llena de sugus de frambuesa.

    ResponderEliminar
  3. Diselo hoy.
    Quizá mañana sea demasiado tarde:)
    Muáá

    ResponderEliminar
  4. Va dedicado a alguien en concreto?

    ResponderEliminar
  5. Hay veces en que las palabras que cuentan nuestros sentimientos que encerramos ferozmente salen volando, escapando de su clausura.
    Lo mejor es desahogarse y, si hay algo que decir, soltarlo. :)

    ResponderEliminar
  6. Vaya, vaya, vaya, no esperaba entrar y encontrarme con esto. No diré nada que tú no te hayas repetido ya seiscientas ochenta y siete veces... prefiero estar callado y esperar otra entrada por la que no solo te pueda felicitar, sino que también pueda comentar algo.

    Un abrazo, ya ves que no me paso a menudo, y eso algo que debo solucionar.

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que por mucho que intentemos que no nos hagan daño, si nos lo van a hacer, lo harán igual, por muchas preocupaciones y por mucho que hagamos.

    Besosgrises

    ResponderEliminar
  8. Los sentimientos, tantas palabras se tragan..

    ResponderEliminar
  9. Respecto a tu comentario...
    ¿Terror a qué?
    Uf... a tantísimas cosas, aunque me guste tanto negarlo.
    Terror al terror que me da la soledad, quizás. La incertidumbre, la incapacidad.
    La verdad es que esa mañana me desperté de una pesadilla realmente terrorífica y intenté expresar el simple sentimiento de terror ^^

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  10. ¨y ninguno escapa de tus cicatrices¨, puede sonar un poco masoquista, pero una cicatriz es la imagen perfecta que proyecta un recuerdo en su tiempo adorado.

    suerte ^^.

    ResponderEliminar