El término capricho se define como una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original.

Ese toque de simpatía, su risa contagiosa. Descubrí en su trato que era agradable, misterioso, guapo.
No sabría decir el color de sus ojos. Puede que verdes, tal vez azules, incluso grises. Marrones en la distancia.
A primera vista se me antojó moreno, puede que fuera por naturaleza, puede que un recuerdo de vacaciones.
Tampoco sabría decir nada sobre su vida.
Pero por una vez desde hace tantísimo tiempo, despertó la curiosidad en mí.
Curiosidad por saber la clase de música que le gustaría, cuál sería su camiseta favorita, el verdadero color de sus ojos.
Me imaginé cómo sería el tacto de su piel. La trayectoria de mi mano al recorrer su espalda. Cómo sería el aroma de su piel, el sabor de sus labios y la sensación de sentir su pelo enredándose entre mis dedos.
Querer conocer a alguien y hacerlo en el tiempo que dura un capricho no siempre es posible. Él no fue una excepción.
Solo alguien con quien tuve el placer de coincidir en la ruleta rusa que es la vida.