Qué mala es la envidia...

Un día, buceando entre las rebajas de Bershka, encontré un vestido perfecto para una fiesta a la que me habían invitado.
En la salida me encontré a mi amiga, que estaba buscando un vestido para ir a la misma fiesta que yo.
Estaba en casa probándome el vestido cuando llamaron a la puerta. Era mi amiga.
Como buena amiga y por hacerle un favor, dejé que se probara el vestido.
Le quedaba realmente bien.
Mi amiga tuvo la genial idea de pedirme, descaradamente, que le dejara el vestido para ir a la fiesta. Pretendía que yo me pusiera otro de los muchos que tenía.
Me resultó de tan mal gusto y me enfadó tanto que la maté.
Podía haberle dejado el vestido, no me hubiera importado repetir modelito, pero la vi tan desesperada por tenerlo, que no pude evitarlo.
No me interesan las cosas materiales, mucho menos los vestidos, pero si hay algo que no soporto es la gente egoísta.

2 comentarios:

  1. Pero más que egoísta, no es tu amiga, déjala muy lejos de tu vida, además, creo que es una verdadera naca por decirte eso, esa petición está muy fuera de lugar, por eso es una naca. Sin clase alguna.

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  2. Claro, y matarla no es nada ''naca'', no Gabriel? xDD

    Pero bueno, quitando la ficción de que la mataba, lo cierto es que sí, vaya amiga.

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