Tú fuiste mi droga, la más dura de cuantas he probado.
Eras mejor que la cafeína, mejor que el éxtasis, mejor que un simple polvo.
Con una simple caricia acelerabas mi corazón, un beso tuyo me subía hasta el cielo y moriría por volver a pasar aquellas noches contigo.
Eres lo peor que ha pasado por mi vida, lo sabes, pero no lo cambiaría por nada.
Me enseñaste muchas cosas, (nadie dice que fueran buenas), me enseñaste a protegerme,(¿y a qué precio?), me enseñaste a reconocer el peligro(mis moretones lo confirman), me mostraste el don que tenía manipulando a la gente,(y te aprovechaste de él).
Sin darme cuenta te abrí mi corazón, forzaste la cerradura y te convertiste en su ocupa.
No me importaba que te metieras en peleas, (se que ganabas), ni que cada vez necesitases una dosis mayor, no me importó que me convirtieras en una puta,(no la tuya). No me importaba nada, hasta que destrozaste mi vida. 
Te fuiste sin avisarme. Tuve que utilizar los contactos que hice contigo para averiguar que estabas ingresado, que te encontraron tirado en el suelo de tu casa con una dosis tan alta que entraste en coma. Nadie me dijo que habías vuelto a recaer, aún sigo creyendo que me mentiste y nunca lo dejaste.
No recuerdo el día que me llamó tu amigo para decirme que estabas muerto.
Semanas después, cuando empezaba a creer que no era un mal sueño, tu amigo volvió a llamar.
Estabas limpio, hacía meses que habías salido del hospital y te estabas recuperando.
Aún no comprendo por qué te suicidaste con solo diecisiete años. 
Te echaré de menos, a ti y todo lo que sentí contigo (emoción, excitación, miedo). 
Y contigo murieron mis sentimientos, los que finjo tener para no mirarme en el espejo y ver que estoy vacía.
A un año de tu muerte estoy sola y empiezo a recuperar mis sentimientos perdidos (soledad, abandono, dolor...) 
Te llevaste mis mejores años, no me dejaste hacer lo que se  supone que se hace con dieciséis años.
Gracias a ti me convertí en alguien que hace lo que sea por conseguir un abrazo, aunque sea falso, de los que se dan gratis un sábado por la noche.
Me convertí en la típica chica que necesita a alguien a su lado (y no lo consigo), las noches no son suficientes para mi, también necesito los días...
Me enamoré del peligro y ahora que no está en mi vida, no se qué camino seguir.
Empiezo a pensar que no podré sentir lo mismo por nadie más, aunque desee en lo más profundo de mi ser que aparezca alguien que recontruya este corazón roto.

3 comentarios:

  1. muy h4rdc0r3, no? la verdad es que lo siento, no he podido evitar sentir algo extraño al leerte, pero de verdad te drogabas con extasis? :s espero que ya no lo hagas. y lo de tu ex... pff si la historia es verdadera me parece muy fuerte todo lo que hacia solo con 17. no parecia muy buena persona, ciertamente, y espero que eso no te duela. (tus moretones -te pegaba?- drogas, tratarte como una puta, o las peleas en que se metia) y era menor u.u

    por cierto, de donde eres?

    ResponderEliminar
  2. Es desolador, la verdad.
    Y tu forma de expresarte es sublime y pone los pelos de punta.

    La verdad es que tu corazón es muy fuerte. Y no sólo puedo verlo en la furia de tus letras o en el peso que hay tras cada una de tus palabras, sino en la forma en la que trasmites tu amor.

    Él se fue, sin decir adiós, y tú le echas de menos.
    Pero piensa en todo lo que te enseñço, lo positivo, lo negativo, todo.

    De todo se aprende, todas las experiencias nutren nuestro corazón y nos sirven para exteriorizar el dolor convertido en fuerza y coraje.

    No te rindas nunca, porque aunque creas que está todo perdido, no es así.

    Nunca es tarde para amar y que te correspondan.

    No te rindas cielo. =)

    Muchos ánimos, y apoyo desde aquí.

    ResponderEliminar
  3. Ufff no he podido evitar sentir un nudo en la garganta,es demasiado. Una vida demasiado al límite para tener 17 años.

    Pero nada está perdido,siempre (más tarde o más temprano) aparece alguien para curar esas heridas.

    ResponderEliminar