Empezar de cero, sin nada que temer y mucho que ocultar.
Se acabó el hablar hasta quedarnos sin palabras, las noches largas y la cama vacía.
Que ya me acostumbré al frío.
No más encuentros inesperados ni promesas vacías.
No me interesa ser esa única persona para alguien, pues ya lo soy para mí.
Se acabó el confiar en la suerte, mintió el que dijo todo llega solo.
No más tristezas sin motivo ni preocupaciones sin sentido.
Pasé tanto tiempo buscándome que acabé olvidando quién era.
Que no me interesa lo que buscaba, que aún quedan cosas por conocer.
Volver a dudar entre exigencia y mantener la cabeza fría.
Cometer errores por quién eres y no por eso que quieres ser.
Volver a construir la barrera y esperar a quien pueda pasar sin romperla.