Esto solo es una historia, no hay personajes, no hay emociones ni moralejas.
Una historia en la que alguien, por pura casualidad y sin esperarlo encontró un pajarito con un ala rota.
Con mucho cuidado lo llevó a casa y lo cuidó, con paciencia, intentando curar el ala del pobre animalillo.
Se dedicó por completo al animal, procurando no hacerle daño.
Pero ese alguien sabía desde el principio, y quién no podría imaginarlo, que cuando el ala estuviera curada, emprendería su vuelo y esa alma libre volaría dejando todo atrás.

3 comentarios:

  1. Ser agradecido no implica estar subordinado o convertirte en la sombra de tu salvador.. :D

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  2. Me gusto mucho, esta muy bien relatado y es una bella metafora.
    Pasa por mi Blog :)

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  3. Que díficil es dejar ir.... muy difícil el adios, me refiero, no sólo a la situación de cuando ayudas a alguien, como a este pajarillo, sino al adiós en general. Un beso, me gusta tu blog, rekatos cortitos y lindos. La foto me encantó!

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